La UE acelera hacia el euro digital: retos y oportunidades para la banca y los pagos

a Unión Europea ha intensificado su hoja de ruta para implementar el euro digital, una moneda emitida por el Banco Central Europeo (BCE) que tiene como meta complementar al efectivo y reforzar la soberanía monetaria en la zona euro. Recientemente, el BCE adjudicó contratos para desarrollar cinco componentes tecnológicos clave, y grupos de trabajo internos han divulgado avances en las especificaciones técnicas del proyecto.

Sin embargo, el camino no está exento de tensiones. El sector bancario europeo ha expresado preocupaciones respecto al alto costo de implementación, estimado entre 18.000 y 30.000 millones de euros, así como a la posible pérdida de ingresos frente al modelo actual de tarjetas y sistemas de pago.

Una de las claves en el debate es cómo convivirá este euro digital con plataformas privadas de pago. Se contempla su integración con sistemas ya consolidados como Bizum y Wero, para que actúe como complemento más que reemplazo.

Otro aspecto estratégico es la inclusión: el BCE ha enfatizado que el euro digital debe ser accesible para todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de alfabetización digital, área geográfica o capacidad económica, evitando que quede reservado solo para quienes ya cuentan con dispositivos o acceso digital.

Finalmente, el diseño del proyecto prevé límites de tenencia individuales para evitar que los ciudadanos retiren masivamente sus depósitos bancarios hacia el euro digital, lo que podría desestabilizar el sistema financiero. Además, el modelo de compensación a bancos y entidades de pago por distribuir el euro digital está todavía en negociación.