España refuerza su apuesta por los pagos seguros

En España, más del 51 % de las ventas B2B concedidas a crédito están actualmente pendientes de pago, según el informe de Atradius en 2025. Esta cifra refleja una tensión creciente en la cadena de valor corporativa: cada factura impaga representa no solo un cobro retrasado, sino un impacto directo en la liquidez de la empresa que la emitió. Las compañías que operan en entornos de crédito se enfrentan al reto de equilibrar la competitividad comercial con la necesidad de garantizar su flujo de caja.

Por si fuera poco, el estudio revela que cerca del 63 % de las empresas en España considera que no ha habido mejoras en el comportamiento de pago de sus clientes respecto al año anterior. Este estancamiento agrava la situación: cuando no se observa avance en los plazos de cobro, las empresas están obligadas a buscar mecanismos alternativos para gestionar su riesgo financiero, lo que puede implicar mayores costes o menor flexibilidad en sus propias relaciones con clientes y proveedores.

Frente a este escenario, muchas organizaciones están apostando por soluciones tecnológicas que aceleren su proceso de cobro y reduzcan la exposición al riesgo. Las plataformas de pagos digitales, con integración de sistemas ERP, visibilidad en tiempo real y automatización de conciliaciones, emergen como alternativas estratégicas para liberar recursos atrapados en facturas vencidas. En este contexto, el impulso hacia pagos seguros y eficientes pasa de ser una mejora operativa a una decisión de supervivencia corporativa en un mercado cada vez más exigente.